domingo, 26 de febrero de 2012

Programa de transición

Las ventanas muestran ese Valparaíso cerro arriba que tantas veces me ha visto andar. La casa de Orlando es cálida, mientras francisco a mi lado escribe llenando de Once in a while de los Smashing Pumpkins el ambiente. Han sido días difíciles; Después de arrancar de la oscuridad de mi pieza, el skate no ser un medio de escape permanente, y el trabajo un sitio lleno de amantes de la patronal, no me quedó otra que escapar.

Tomé mis cosas y me propuse venirme a la casa de Orlando con la excusa de hablar sobre Trotskismo y revolución, la primera noche fue un “quédate, tenemos espacio, no hay problema”. Las consiguientes también.

Hasta el momento he encontrado, entre la gente que vive en la casa (uno se fue de mochiléo), un partner que me habla sobre el programa de transición – Francisco – un tipo que estudia psicología, y que día a día me parece más enamorador en un sentido casi pudoroso. Su pelo en moicano se mueve demasiado cuando bajamos todos a bailar a esos tantos antros de llenos hipsters y snobs, pero es entretenido: La clase proletaria (o por lo menos sus hijos) bailan como en los bajos barrios londinenses escuchando, obviamente, música inglesa, ocupando el mismo corte de pelo hooligan, y esas mechas ochenteras que me enferman.

-Andrés, tienes unas depresión endógena, al igual que tu madre – dijo la neuróloga mientras mi cara de sueño se tornaba un tanto mas distorcionada.

-Me está jodiendo, ¿no?

-En lo absoluto, de hecho, doblaremos tu dosis nocturna de clonazepam de 0,5 miligramos a 2 miligramos, y en la mañana tomate la misma de 0,5.

-Eso me dejará tirado…

-Y además te recetaremos un antidepresivo de forma permanente, no es tan caro…

-El último me hacía dudar de la realidad.

-Pues este te hará sentir mejor. Dime ¿Tienes novia?

-No…

-Te aconsejo tenerla.

Bebo del té que me hice hace un rato, ahora está frío, mientras por internet busco unos cuantos textos de Bolaño en PDF. Todo lo anterior pasa cuando se te acaban las ganas de no escribir, y te das cuenta que no tienes nada sobre que hacerlo.