¿Y a quién le escribo ahora?
Bajo el sol de la primavera que quema mi cuello,
Mientras el veneno de la capital,
nutre tu feto.
¿Y a quién el escribo ahora?
Si el poeta no existe,
cuando la poesía son y era tu cuerpo y mi anhelo...
Ahora con el hijo de otro,
lejana te levantas a dar vida.
Mientras me lleno de muerte,
y como las moscas rodeando el cadáver de lo hermoso,
yo me quedo buscando el soplo,
de la vida del amanecer rojo.
Que por supuesto no puedo ver.
Me da sueño, pálida.
Sin nombre, sin rostro.
Ya no te recuerdo.
Viaje a Cali
Hace 8 meses
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